No soy muy dado a participar en los debates de los gestores de la ciudad de Estella-Lizarra, pero el otro día tenía tiempo y, dado que se acercan las elecciones, estuve en el salón de plenos. Me movieron a ir fundamentalmente dos cosas: ver a los concejales y a la alcaldesa (algunos de ellos, y la misma alcaldesa, estarán en la consulta electoral del día 22 de mayo) y ver cómo funciona un pleno.
No esperaba ninguna refriega, ni que los concejales que gobiernan o la misma alcaldesa tuvieran desagradables palabras para los funcionarios, especialmente para el secretario (cosa que me dijeron que era posible). Fui a ver un pleno en el que un equipo prácticamente con mayoría absoluta en estos tiempos donde es tan difícil, gestionaba la ciudad. Y me fui completamente desilusionado. Un concejal de UPN, fuerza política que gobierna el Ayuntamiento (no sé cómo se le puede llamar fuerza) pedía explicaciones a la oposición por no haber permitido gestionar un asunto que tiene 4 años de antigüedad; la verdad es que no lo entendí.
A los días, en el semanal que DIARIO DE NOTICIAS publica los sábados, me encontré con el mismo asunto. En una carta, el concejal sr. Soto pedía la dimisión, como hizo en el pleno, de los concejales interpelados y ponía en entredicho a los funcionarios empleando palabras muy duras. Cuando uno no sabe, pregunta, y así he llegado a una conclusión después de reflexionar y hablar con personas entendidas que asisten con asiduidad a los plenos.
Que el sr. Soto, después de 4 años de legislatura, no se ha dado cuenta de que quien gestiona el Ayuntamiento es su grupo y a quien los ciudadanos pediremos cuentas es a ellos; para eso les dimos nuestra confianza. Yo creo que el concejal dirigió equivocadamente sus diatribas a la oposición; a quien debió dirigirlas y pedir la dimisión es a la sra. Ganuza, que es quien tiene la obligación de gestionar la ciudad. Claro que quien me informó me dijo que este es un ejemplo global de gestión y de los menos importantes. Y conocía sus propósitos y programa de actuaciones en 4 años: sin polígono industrial, sin Plan General, sin instalaciones deportivas, sin Museo Etnográfico, sin convenio para la residencia de mayores, sin ningún interés por el Patronato de San Jerónimo, -incluido y parte fundamental del acuerdo-, y sin interés por los espacios para asociaciones de jubilados. Me dijeron que han sido 4 años perdidos y sin ningún interés para la ciudad, donde además se ha perdido todo peso específico en Navarra.
Tras este desastre no puedo explicarme cómo pueden volver a pedir nuestra confianza el 22 de mayo. Y en esta coyuntura, y con un grupo muy importante de candidaturas (9), ¿cómo podrán gestionar o hacer algo de provecho cuando no lo hicieron con mayoría absoluta? Sr. Soto, apunte hacia otro lado. ¿O es que usted, que no repite, era consciente de a dónde dirigía el disparo?
Juan José Esandi Ganuza