La noticia del triple crimen perpetrado en un centro de acogida en Boecillo (Valladolid) nos ha dejado sin palabras. El centro está a cargo de Mensajeros de la Paz, cuyo fundador, el Padre Ángel, no tiene explicaciones para lo ocurrido. Los investigadores creen que es un "crimen compasivo". La prensa informa de que los menores padecían parálisis cerebral y movilidad reducida entre el 80 y el 90%. Las PDDFs (Personas Discriminadas por nuestra Diversidad Funcional -Discapacidad-) no padecemos nuestra diversidad funcional; convivimos con ella y padecemos las dificultades que la sociedad nos impone. No somos minusválidos (menos válidos) ni enfermos. Somos seres humanos y tenemos derechos humanos reconocidos por leyes vigentes en nuestro país. Por ejemplo, tenemos derecho a no vivir en guetos (residencias, centros de acogida) que se supone están para protegernos y donde siempre se nos anula como personas y a veces se nos asesina.
Crimen compasivo, dicen. ¡Un crimen no es compasivo! ¿Lo llaman así porque la presunta autora de las muertes creía que esos niños sufrían, decidió que no quería verlos sufrir más y eligió matarlos? ¿Van a ser compasivos conmigo y también van a quitarme de en medio? Mi diversidad funcional es del 74%, casi como la de ellos. Alguien dijo que a quienes nos impiden la vida independiente en la comunidad los avergonzaremos, pondremos en duda su honradez y su decencia y cuestionaremos su respeto por los derechos humanos.