No quiero pensar mal
Pero es difícil pensar que nuestros políticos son honrados cuando perciben 60.000 euros al año y regalos por la asistencia a 24 reuniones de dirección de Caja Navarra. Si vemos que los bancos se están enriqueciendo, al menos son los que año tras año han ido ganando cantidades millonarias de dinero, en su mayoría por los prestamos hipotecarios.
La especulación inmobiliaria debería haber sido controlada por nuestros gobernantes, al ser un bien de primera necesidad y protegido por la Constitución. Es lógico pensar que tanto los políticos y los bancos han sido los propulsores de la situación actual. Un error que ahora estamos pagando todos los ciudadanos y que se podía haber evitado si nuestros políticos no hubiesen sido tan tolerantes y permisivos con los intereses de los banqueros.
No es absurdo pensar que nuestros políticos están colaborando con los banqueros y no por los intereses de los ciudadanos, poniendo en duda, de esta manera, la honradez de las personas que están siendo gratificadas espléndidamente por los bancos.