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2.600 razones

Hay 2.600 razones para que el voto femenino el 20-N ponga en su sitio a quienes actualmente gobiernan Navarra. Asistimos a recortes en Sanidad, en Educación, en Políticas Sociales y de Igualdad de Oportunidades, a la Cultura ni se la espera, mejor ni hablamos de escuelas infantiles, atención a la inmigración y atención a la diversidad funcional...

Es tan absolutamente obsceno ver a la presidenta de esta comunidad hablar de pasado al referirse a reuniones a 2.600 euros; es tan absolutamente frívolo, descarado y maledicente que, si no es porque todavía confío en la sociedad navarra, dan ganas de coger el metate y largarse.

¿A alguien le parece normal que el diagnóstico de cáncer de mama y su tratamiento se atrase hasta el triple de tiempo en la actualidad? ¿Es que no es para indignarse el tener al personal docente agobiado por los recortes que hay y se avecinan en Educación? ¿A qué hay que esperar para salir a la calle y decirles a estos políticos que así no vamos a ningún lado?

Barcina ha fallado antes de llegar a la Presidencia. Barcina tiene un liderazgo arcaico, androcéntrico y rancio, que va a hacer que las mujeres navarras veamos mermados nuestros derechos y no tengamos recursos para conciliar vida laboral y vida familiar, cosa que a ella no le atañe porque nunca le ha hecho falta conciliar. Nos ha fallado a las mujeres, a sus votantes y a la ciudadanía en general. Se vendió como buena gestora y está resultando ser una oportunista con ánimos de hacerse más de oro todavía, porque creo que no podrá quejarse de falta de patrimonio. Hay que reconocerle listeza para andar haciendo equilibrios y seguir rascando votos de todos lados, desde el conservadurismo más vetusto hasta el centro inmóvil, pero si el 20-N a la derecha navarra y a quienes les apoyan no les ponemos a las puertas de la dimisión, será que la desesperanza en esta tierra ha echado raíces y hace falta una revolución social para despertarla.