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Segundo portazo de la Iglesia

En honor a mi padre, debemos puntualizarle al gabinete de prensa del Arzobispado varias cosas. Nos sorprende su pronta respuesta a nuestra primera carta, y con ello nos confirman que algunos representantes de la Iglesia están más preocupados por su imagen pública que por las necesidades de sus feligreses, ya que nos han contestado cuando la queja ha sido pública, y no cuando por tres veces llamamos al Arzobispado y dejamos nuestros datos para que nos dieran una solución o explicación satisfactoria. Efectivamente, como el señor Rojas alude, estábamos anímicamente agotadas, llevábamos 3 días esperando la muerte de mi padre, pero no por ello queríamos dejar de cumplir sus voluntades. Entendemos que la Iglesia tiene que tener normas, pero creo que las normas están para ayudar y no para dificultar. El domingo 21 de agosto se celebró en mi pueblo un funeral por la tarde. Alabamos y aplaudimos a esos curas que dan prioridad a las necesidades de las personas y entienden las circunstancias de cada familia en momentos tan dolorosos. En nuestro pueblo siempre han sido costumbre los entierros funerales los domingos por la tarde, y por eso pedimos que la despedida de nuestro padre fuera en dicho momento, además de por las razones expuestas en la primera carta. A raíz de la opción que el señor Miramón nos ofertó, queremos recalcar que hasta el sábado por la noche no supimos con seguridad la hora de salida de Barcelona, y el señor Miramón estaba al tanto de todas las circunstancias. Mi padre no era ninguna mercancía para estar trasladándolo de un sitio a otro sin orden ni concierto. Como el señor Rojas comprenderá, celebrar el funeral de tu padre no es ninguna ilusión, pero sí queríamos despedirle como se merecía, es lo último que íbamos hacer por él. En todo momento fuimos comprensivos con el señor Miramón, cosa que él no, pues nos dijo que "los médicos se dieran prisa en quitarles los órganos a mi padre". Creemos que la indignación no es solo de los familiares, sino de casi todo un pueblo. ¿La Iglesia no somos todos? Solo queríamos que se nos dejara la Iglesia o la ermita, ¿de quién es la iglesia? Lamentamos mucho esteportazo de la Iglesia, ya que nuestro padre estuvo a su disposición siempre que lo necesitaron.