Entiendo que cada persona nos quejamos de lo que más nos duele. También creo que todo ser humano tiene derecho a aspirar a la excelencia. Pero deberíamos hacer un ejercicio de reflexión social y solidaria.

Leo: "Familias numerosas piden ayudas para cursos de inglés". Lícito. Sigo leyendo: "...una semana (alojamiento y manutención) en Lumbier" para la inmersión en dicho idioma cuesta 190 euros, los campamentos urbanos 80 euros. No tengo nada en contra de las familias numerosas, pero creo que tener más o menos hijos es algo que en principio se elige, y hay que ser consecuente y coherente con lo que ello supone.

Yo solo tengo una hija y esa inversión la hago semanalmente por necesidad vital. No recibo ninguna ayuda. Pero, lo más importante: yo no he elegido la discapacidad que ella tiene.

Me hiere leer peticiones de este tipo, junto a noticias como que un millar de familias este año tendrán que prescindir de contratar a un cuidador para las personas dependientes que tienen a su cargo. Es cierto que debería haber recursos para todos, pero ya que no es así, ¿no se debería educar a las futuras generaciones en la generosidad para con los demás?, ¿no deberíamos enseñar a los futuros gobernantes a priorizar en necesidades? Aprender inglés en EEUU no es vital. Los apenas 200 euros mensuales sí son imprescindibles para muchas familias.

Por favor, reflexionen sobre ello. En sus conciencias queda.