Servicios públicos
De lamentables, patéticas, vergonzosas... se podrían calificar las declaraciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su reciente viaje a diversos países latinoamericanos cuando en una rueda de prensa en el extranjero y nunca en España manifiesta y pide un pequeño sacrificio a cada español al pedirle que al mes aporte entre 8 y 18 euros para el sostenimiento de los servicios públicos, ya que de lo contrario son inviables. Está mintiendo descaradamente. Lo que no cuenta Mariano Rajoy, tal y como antes lo hizo el PSOE, es que el dinero de los ciudadanos españoles es para tapar los agujeros de la banca, que son numerosos, y con las sobras ofrece servicios básicos tercermundistas a la gente trabajadora y a la más desfavorecida.
Mariano Rajoy, usted que pidió y exigió al anterior presidente del Gobierno explicaciones por los recortes que estaba realizando y que diezmaban la calidad de vida de la ciudadanía, se comprometió públicamente a que si ganaba la presidencia del Gobierno daría explicaciones de sus actos. Han pasado más de cuatro meses desde que asumiera la gobernanza del Estado y no ha dado ni una sola explicación. Eso sí, mientras, concede amnistías fiscales a ladrones, políticos corruptos, blanqueadores de dinero, procede a vaciar el bolsillo de los ciudadanos con subidas bestiales de impuestos y tasas, recorta brutalmente las pensiones y, de paso, con sus actuaciones está provocando una emergencia social en las capas más bajas de la sociedad con el fin de instalar un estado policial equiparable al estado de excepción. Prueba de ello son las nuevas leyes de máxima dureza que está promoviendo el ministro de Interior para evitar que los españoles salgan masivamente a la calle para denunciar las tropelías contra sus derechos más elementales. La explicación a todo es muy sencilla. No da la cara porque mintió a la ciudadanía. Todo su afán era llegar como fuera a la presidencia del Gobierno usando todos los medios posibles, entre ellos, la mentira.