Agradecimiento al equipo médico del CHN

Nací en Simitli (Bulgaria) en 1966. Trabajé en mi país como enfermera especializada en Oncología durante 15 años. En 2001 llegué con mi familia a Pamplona. Estoy empleada, como cocinera, en el sector de la hostelería.

Quiero dar las más efusivas gracias a una nutrida tropa de uniforme blanco, muy entrenada en largas batallas para salvar vidas. Me refiero al equipo formado por los cirujanos doctores Juan Carlos Muruzábal Torquemada, Oren Tarrio Fernández, Sonia García Francés, Sara Aguirre Gorospe y el anestesista Joaquín María de Carlos Errea, adscritos al Complejo Hospitalario de Navarra. Todos ellos trabajaron denodadamente para echar fuera de mí a un huésped incómodo que se había acomodado en mi intimidad con suma discreción, sin hacer ruido, sin darme cuenta. Y sin haber sido invitado. Se llama don cáncer.

De su excelente trabajo clínico ha dependido mi presente y mi mañana: compartir con mi marido nuestro amor, dulce y bello, sin límite de edad; que nuestras tres hijas puedan seguir teniendo la calidez que transmite la palabra mamá; que los parientes y amigos disfruten de mi compañía tomando un café y hablando de las cosas de la vida; que tenga la oportunidad de conocer a mis futuros nietos; que pueda seguir al lado de mis compañeros de trabajo, mis chicos, participando en las fiestas familiares con la comida preparada por nosotros con mucho cariño.

Todo este conjunto de experiencias, emociones y sensaciones se resume en la palabra vida. Muchas gracias por devolvérmela. Me encontraba con dolor en trance de perderla y, gracias a la sabiduría y exquisito trato de los médicos, la he recuperado. Amo la vida y quiero compartirla también con ellos.