A veces nos toca tener visitas que no nos gustan, incluso que no nos gustan nada de nada. A mí no me gusta la que tendremos en Altsasu hoy domingo 4 de noviembre, más bien me molesta. Pero no me molesta porque venga gente que piensa distinto a lo que yo pienso. Mi criterio de vida es que cada quien, desde el respeto a los demás, debe ser y sentirse libre en mostrar su opinión. Lo que realmente me molesta es que considero que se trata de un acto intencionado, intención que imagino porque, afortunadamente, no comparto lo que piensan esas mentes visitantes. En mi opinión, vienen precisamente a Alsasua para utilizar el nombre de nuestro pueblo y conseguir votos. Pero éste es un mal menor.

El mal que me genera una mayor preocupación y una gran tristeza es la intención provocativa del acto. Altsasu no ha sido seleccionada al azar, no ha sido elegida por el número de votantes de estas formaciones convocantes del acto. Altsasu ha sido elegida para volver a poner en tela de juicio la vida de cada una de las personas que vivimos aquí.

Volverán a decir de ti o de mí que vivimos sin libertad, que somos opresoras y opresores del resto, que no solo no soy libre sino que, además, coarto la tuya. Tú y yo sabemos que no es así. La gente que vivimos en Altsasu lo hacemos de diferentes formas, con diferentes ideas, desde la diversidad, no en vano hemos sido y somos un pueblo ferroviario, que ha crecido con la aportación de gentes llegadas de todas partes, primero desde muchos lugares del Estado y, ahora, desde multitud de países, algo que llevamos con orgullo.

Siendo pesimista como poco tendremos que repetir al mundo mundial que no somos salvajes ni vivimos en un estado de miedo. El cómo mucho no quiero escribirlo porque no quiero ni pensarlo. Y siendo optimista, cada quien vivirá el domingo como quiera: yendo al monte, participando en las movilizaciones, limpiando la casa, durmiendo..., porque todas y todos decidimos qué hacer con nuestro tiempo y dónde emplearlo.

Yo haré mi vida normal de domingo y respetaré también lo que hagas tú. Pero sí me gustaría pedirte que sigamos demostrando el respeto a la diferencia, que creo, como pueblo, nos ha caracterizado, nos caracteriza y nos caracterizará, afortunadamente. Muchas personas, muy diversas, muy distintas pero que sabemos compartir el espacio donde vivimos; Altsasu, el pueblo de todas nosotras y nosotros.