No nos tocó la lotería, muy al contrario nos encontramos con un aviso de posible recurso de inconstitucionalidad del Acuerdo firmado entre la Administración foral y los sindicatos UGT, LAB y CCOO. Un acuerdo que reparte unos fondos adicionales a los niveles más bajos pero que beneficia a todos en su conjunto porque su vigencia es de tres años y se modifican muchas cosas.

Este Acuerdo, que costó mucho trabajo, muchos números, mucho hablar para llegar a un consenso, ahora está en el alero porque el Gobierno del Estado ha decidido que no encaja en la legislación básica, olvidando la competencia exclusiva en materia de personal que Navarra tiene por sus fueros. No obstante, el Gobierno de Navarra, juristas hay a montón, no se percató de esta posible controversia, pero tiembla ante la posibilidad de ir al Tribunal Constitucional, porque ahí siempre palmamos. Por cierto, todavía no ha reunido a los firmantes de manera oficial para explicar la situación ante la que nos encontramos.

Ante este terremoto, los sindicatos se movilizan para hacer saber a los unos y a los otros que hay que defender lo firmado con toda la contundencia de la que seamos capaces. Reuniones, llamadas, explicaciones al Gobierno central, movimientos de todo tipo para que el Acuerdo se respete en todos sus términos. Y al final, se convoca una concentración el día 11 a las 11 ante el Palacio de Navarra. A los que vinieron enhorabuena por saber que es muy importante movilizarse, a los que no pudieron venir, les espero en la próxima concentración, que será pronto, y a los que no vienen porque hace frío, porque no sirve para nada, porque qué pereza me da, les quiero decir que, de los más de 3.200 compañeros que firmaron nuestra petición de subida de nivel, la mitad no eran nivel D, así que poco les iba en ello, y que si los 1.700 auxiliares administrativos no se mueven, no se hacen oír, poco podemos hacer los que les representamos. Luego oiremos aquello de “¿Qué hacéis lo sindicatos?”. Pues mucho, y más que podríamos hacer probablemente. Así puede ser que llegue el día en el que cada uno se tenga que buscarse la vida por su cuenta, en el que se aplique la ley del más fuerte y ese desde luego no será el trabajador. Pensadlo un momento.