El actual sistema dominante o establishment de las sociedades occidentales utilizaría la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del individuo primigenio y transformarlo en un ser acrítico, miedoso y conformista que pasará a engrosar ineludiblemente las filas de una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante las técnicas de manipulación de masas. En consecuencia, la estrategia electoral de los partidos del establishment se basará de nuevo en el mantra de la recuperación económica edulcorada con sibilinas promesas de aumento del techo de gasto autonómico, subidas salariales a funcionarios y jubilados así como reducciones fiscales al estar la sociedad española integrada por individuos unidimensionales que no dudarán en primar el panem et circenses frente al vértigo que suscitan las utopías. Así, tras las próximas elecciones generales, es previsible la formación de un gobierno de coalición PSOE-Ciudadanos que contará con las bendiciones del establishment europeo y que escenificará la metamorfosis del Régimen del 78 mediante una reforma edulcorada de la Constitución vigente para implementar un Estado monárquico, jacobino y eurocéntrico, siguiendo la máxima del gatopardismo: “Cambiar todo para que nada cambie”.