Si bien el cambio climático es una de nuestras grandes preocupaciones, hoy es la campaña electoral, ante los próximos comicios del 28 abril próximo, la que nos tiene centrada la atención. Asistimos, como ya es habitual, a las constantes descalificaciones con que se dan unos a otros, sin caer en la cuenta de que lo que seguimos con mayor interés es que nos expliquen cual es su hoja de ruta -como se dice ahora-, es decir, qué es lo que nos ofrecen en aras de darnos un futuro mejor.

Todos quieren vendernos su “moto” y no cesan de aparecer en la foto. La izquierda es la más original, prometiendo que si le compramos la “moto” dará un giro del centro a la izquierda, sin apercibirse de que, de hacer esto, puede chocar frontalmente con la derecha, con un resultado preocupante. Leíamos recientemente que ya se ha construido un robot capaz de detectar, si un niño llora, cuál es la causa del llanto, si es por que tiene hambre, o sed, o algún dolor, o incluso si está pidiendo que le cambien el pañal. El partido político que se hiciera con un robot de estos arrasaría en las urnas ya que todos procuraríamos comprarle su “moto”.