este 6 de marzo no ha sido un día más duro que el 5 o que el 6 de febrero o que el 26 de septiembre, por poner una fecha cualquiera, pero sí que ha sido más emotivo.

Para todos vosotros, ahora hace un año desde que Antxo nos dejó; para nosotros, sin embargo, este año no ha pasado, seguimos anclados en el 6 de marzo del año pasado, seguimos viviendo ese día como si solo contara la llamada de Xabi de las 12.30. Hemos parado el reloj en esa conversación cariñosa y completamente normal que tuvimos con Antxo.

De las dos llamadas desde Cádiz que sonaron en mi casa ese fatídico día, nos quedamos con la primera, la de Xabi del mediodía, la otra ya está fuera de tiempo, ya se ha parado el reloj.

Pero la vida sigue y por eso quiero deciros, sobre todo, a los que os da un poco apuro preguntarnos o hablarnos de Antxo, que a nosotros sí nos gusta hablar de él, que nos encanta recordarlo como era, y que por eso no os cortéis un pelo al juntaros con nosotros.

Es duro hablar de la pérdida de un ser querido, y más si es un hijo, pero cuando éste deja un buen sabor de boca, todo se hace más fácil, y él nos lo ha puesto muy fácil.

Tendría que hacer una lista infinita de personas, no quisiera olvidarme de nadie, a las que les estamos agradecidos por sus muestras de cariño, así como también tendría que hacer otra lista, pero esta vez no tan infinita, para las personas que nos han dado su cariño durante los más de diez años que hace desde que nos arrebataron a Xabi de nuestra Euskal Herria.

Desde el vecino de portal, casi con toda seguridad votante de UPN, pasando por el panadero que todos los meses, desinteresadamente, nos regalaba una pantxineta el día que íbamos de vis (eskerrik asko, Fermín!), la vecina de Donibane que seguramente, incluso sin haber conocido a Xabi personalmente, todos los años nos daba 50 euros para él (eskerrik asko, Rosa!), la increíble cuadrilla de amigos que tenía, y que por supuesto ahora seguimos teniéndola nosotros (qué bonito el último detalle, besarkada erraadoi bat), el barrio de Donibane al completo, familiares de presos que, al igual que Xabi, están a cientos de kilómetros de su tierra, kides de Xabi en las mazmorras, la Bego de Barakaldo, los familiares más cercanos y en especial a mi hermana Kontxi, compañeros de trabajo, amigos, en fin, sería inmensa, y seguro que alguien me dejaría.

Es increíble el acto de recuerdo que hemos tenido este sábado y que se ha currado gente de Donibane que se nota que quería a Xabi. Eskerrik asko, Ibai!, te lo has currado, esta vez te tengo que dar la razón, aunque ya sabes que me jode, ¡je, je!

Estamos orgullosos de cómo ha respondido el barrio a estos acontecimientos, y mediante estas líneas quiero agradecer a todos los que habéis participado en los eventos, y también a los que no habéis participado pero lo habéis recordado, porque creo que Xabi se ha ganado a pulso este reconocimiento por su increíble trayectoria en vida. Benetan, bihotzetik mila esker eta besarkada erraldoi bat zuen laguntzagatik familia guztiaren partez.

El autor es padre de Xabi Rey Antxo