¿Alguna vez has soñado con un mundo ideal? Seguro que muchas veces has pensado en ello. Un mundo en el que no existan las guerras ni la pobreza, un mundo en el que las personas sean libres para actuar y pensar, un mundo libre de prejuicios. Pensamos que conseguir esto es imposible y que no está en nuestra mano, pero hasta el gesto más pequeño puede ayudar a cambiar nuestro mundo.

Todos tenemos unas necesidades mínimas, como el acceso a comida, agua potable, sanidad, una vivienda digna? Pero a muchas personas se les priva de estos derechos. No hace falta irnos a países lejanos, sino que en nuestra propia ciudad hay gente que no puede acceder a cosas tan básicas como las mencionadas previamente. Para conseguir nuestro mundo ideal debemos empezar por cambiar esto, ya que una vida sin estas cosas tan simples como necesarias no es vida.

Para vivir plenamente no basta con cubrir las necesidades básicas necesarias para sobrevivir, sino que también debemos disfrutar de muchas otras como la compañía, el amor, la libertad de expresión? Todas estas cosas no se pueden comprar con dinero. Nuestra familia, amigos y todas las personas que nos rodean pueden ayudarnos a conseguirlas.

Puede que nosotros no podamos erradicar el hambre o acabar con las guerras, pero todos podemos hacer algo para ayudar al resto a tener una vida plena. Muchas veces basta con un acto tan sencillo como una sonrisa para cambiar el día a una persona y así, paso a paso, poder construir nuestro mundo ideal.