Seguro que todos los lectores tienen clara y trillada, a estas alturas, la composición del Parlamento foral. A un lado, a la derecha, Navarra Suma (UPN, PP y Cs) con 20 escaños. Al otro, los partidos que han apoyado al último gobierno de Navarra (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos, Izquierda Ezquerra) con 19 escaños (9+7+2+1, respectivamente). Dos modos diametralmente opuestos de entender la comunidad foral, como hemos visto (y sufrido) durante cuatro años.

En medio queda el PSN, con sus 11 escaños. En medio, digo, no por cuestiones ideológicas sino porque es necesario para cualquier aritmética. Para cualquiera, insisto. Pero? ¿dónde contamos con el PSN? Se autoproclama el PSN partido progresista y de izquierdas, pero la realidad es que lleva a cuestas una mochila de contradicciones hasta ahora con contrato indefinido. Viene buscando la equidistancia entre la derecha y el llamado cuatripartito (que, por mucho que la propaganda contraria trate de ocultar, son en realidad cuatro partidos que se unieron para apoyar un gobierno guiado por un acuerdo programático). Con los resultados electorales en la mano, María Chivite muestra sus preferencias para negociar, pactar y llegar a acuerdos. Afirma que está dispuesta a hacerlo con Geroa Bai, con Podemos y con Izquierda Ezquerra. Pero con Bildu? no. ¿Por qué? Por ética, dice.

Aunque existen muchas definiciones de la ética, incluyendo o no su parte objetiva y subjetiva, a mí me satisface la siguiente: “Ética o filosofía moral es la rama de la filosofía que estudia la conducta humana”. Respecto a Bildu, y desde la visión del PSN, está la pretérita conducta humana (y con retazos presentes), y aun reconociendo claros avances, falta la condena a ETA; está la territorialidad; el reconocimiento de ciertas leyes? y otras cuestiones de Estado. Bien. Ahora pregunto: desde esa misma concepción de ética, ¿cómo explican su no rechazo a pactar, o con dejar hacer a la derecha, en este caso navarra, que jamás ha condenado los crímenes de la dictadura franquista ni los de la extrema derecha en la transición? ¿Qué ética sí permite dejar gobernar a quienes no condenan 3.500 asesinatos y tantas torturas, persecuciones? en definitiva, la conculcación sistemática de los Derechos Humanos aquí en Navarra? ¿Acaso distintos crímenes merecen distinto juicio ético? ¿Cómo explican lo sucedido en tantos ayuntamientos donde han permitido gobernar a Navarra Suma? ¿Por qué nos intentan convencer un día que nada ha dependido del PSN si luego Ávalos, o el propio Sánchez, reconocen los regalos consistoriales a la coalición UPN-PP-Cs? ¿Qué podemos decir de las idas y venidas dialécticas de Maite Esporrín en Pamplona? Me lo expliquen por favor.

Dejemos la conducta humana pretérita y vayamos a la otra, a la del día a día. El PSN ha sido, durante toda la legislatura pasada, la muleta de la derecha. En la Sanidad, Educación, Fiscalidad, Dependencia, Servicios Sociales..., ha tenido el PSN una conducta humana contraria a la que ahora pacta y profundiza con todos los grupos del cuatripartito excepto Bildu. Bienvenida la caída del caballo si es que se han dado cuenta de que el acuerdo programático ha dado buenos resultados para la gran mayoría de navarr@s. Preocupación sin embargo si la conducta de los cuatro años anteriores no era ética sino estética (con Bildu esto no, sin Bildu esto sí). Y más preocupación si con esto último en la cabeza tiramos de hemeroteca. ¿Cuántas conductas humanas tiene el PSN en su catálogo? ¿Quizás sea algo similar a los principios de Groucho Marx (“si no le gustan, tengo otros”)? Lo digo porque marzazos y agostazos fueron tactismos políticos y partidistas que a los navarros y navarras nos llevaron a un desierto económico y social, a un escenario de imposición, anulando el debate. ¿Acaso ahora, a rebufo de una más que esperanzadora legislatura, quieren aprovechar su subida en las urnas con otro giro de veleta? hasta que el viento vuelva a cambiar?

Bildu, ese partido con el que no quieren pactar, ha defendido, promovido y apoyado medidas que suponían recuperar lo perdido por la acción o por la omisión del PSN. Curiosamente, en unas declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS, la propia María Chivite dijo (no textualmente) que Bildu era un buen grupo, que trabajaba bien y que hacía buenas proposiciones? pero insistía en el rechazo a pactar porque la ética es una línea roja a no traspasar. Pues me atrevo a hacer una petición a la señora Chivite: dialoguen, negocien y lleguen a acuerdos, que los ha habido y habrá, en lo que coinciden y comparten. Esa actitud es la que va en beneficio directo de la ciudadanía, y lograr ese beneficio es, como políticos, su objetivo y único fin. Así, su conducta humana será bien entendida, y por supuesto compartida.

Esta legislatura, señoras y señores del PSN, tiene que ser la de su catarsis definitiva, en su forma y manera de entender y practicar la política. Esperamos una acción política progresista, de izquierdas, de pactos, solidaria, de respeto con lo que no se comparte. En definitiva, que los medios empleados consigan el fin pretendido, que es la mejora continua de las condiciones de vida de toda la ciudadanía que habitamos en esta Navarra nuestra. Salud y república.