El pobre hombre va de sobrao. No sé muy bien por qué. Sospecho, intuyo que es porque consiguió ganar a los que le putearon en su propio partido, los dinosaurios de su partido, que se llamaba Partido Socialista y era un nido de gente con papada atortugada. Les ganó porque le apoyaron las bases, que estaban hartos de tanto gordo seboso. Lo que no se da cuenta él es que está actuando como a los que venció; (salvando las distancias) como los judíos que mandan en Israel machacando a los palestinos como a ellos los machacaron los nazis. Hablamos de Pedro Sánchez. Ha pisado las moquetas de Bruselas, del Elíseo, de Europa, ha saludado a los líderes mundiales en Biarritz y ya no quiere que nadie le haga sombra, ni menos en deportivos y con coleta. Y va de sobradillo, caminando con ese bamboleo tonto de los que se sienten ganadores, no se sabe muy bien de qué. En mi pueblo dirían que tiene dos hostias bien dadas, para que baje los humos y se ponga a trabajar por los que más necesitan. Si se dice socialista de verdad. Que insisto: ser socialista es una cosa muy importante.