apenas hace 15 días casi nadie conocía la existencia de un pequeño pueblo, El Garrobo, de apenas 800 habitantes situado a 40 kilómetros de Sevilla. Sin embargo y por desgracia ha sido conocido en los medios informativos a nivel nacional por haber retenido y coaccionado a una de sus médicos.

El pasado 24 de agosto, según informaciones ofrecidas por el Colegio de Médicos de Sevilla y los medios de comunicación locales, se produjo un piquete por parte de la población de dicha localidad para impedir que la médico, que había finalizado su jornada laboral de guardia, pudiera irse del consultorio. Tal como informó el SAS (Servicio Andaluz de Salud) ese fin de semana la falta de médicos obligó a dejar el consultorio sin facultativo. Ante esta situación el pueblo de El Garrobo se movilizó y realizó un piquete, entre el que se encontraba el alcalde de dicha población, profirió amenazas y coacciones además de colocar coches que bloquearon e impidieron la salida de la médico.

La situación no se solucionó hasta que acudió al consultorio una nueva facultativa para continuar dando atención sanitaria, a pesar de estar saliente de guardia y con más de 24 horas de trabajo ininterrumpido.

Esta situación, que desgraciadamente no es un hecho aislado, pone de manifiesto una realidad muy negativa y peligrosa en la que los médicos son considerados exclusivamente como objeto prestador de atención sanitaria. Con ello se nos priva de la condición de trabajadores con derechos laborales, esgrimiéndose que nuestro fin último es la atención de la población a cualquier precio, incluido el de la pérdida de salud del facultativo.

Además la propia Administración Sanitaria alienta estas creencias asegurando que el problema que se crea en periodos vacacionales se debe al derecho a vacaciones de los facultativos, negando con esta afirmación los derechos de todo trabajador.

Sabemos que actualmente la falta de médicos está siendo un problema cada vez más importante, pero que ha sido generado por la propia Administración con su falta de previsión a medio y largo plazos. Colectivos como organizaciones colegiales, científicas y sindicales desde hace varios años venían avisando de la gravedad de la situación y sin embargo la única solución que ha encontrado la Administración es someter a los médicos a condiciones laborales penosas (contratos precarios, horarios de trabajo interminables y baja remuneración).

Las iniciativas de la Organización Médica Colegial y del Servicio Andaluz de Salud para actuar contra los responsables de este terrible hecho nos parecen encomiables, pero hay que ir más allá.

Para revertir esta situación es imprescindible establecer medidas que mejoren las condiciones laborales y retributivas, restituir el liderazgo y el prestigio social a los médicos a la vez que concienciar a la población del uso responsable de los recursos sanitarios de los que dispone.

La esencia del quehacer médico es la atención de la población, velar por su salud y mejorar la calidad de vida, pero para ello es imprescindible contar con los medios técnicos y humanos necesarios. Y desde luego no se podrá conseguir este objetivo si no cambian las situaciones actuales de deterioro del sistema.

Por ello hacemos un llamamiento a la población para que demande a los gestores sanitarios un cambio en su política sanitaria, y a la Administración para que no responsabilice al colectivo médico de su nefasta gestión en los últimos años que nos llevado a situaciones como las vividas en El Garrobo.Firman esta carta: Alberto Pérez Martínez, secretario general del Sindicato Médico de Navarra, y Mª Aurelia Mena Mur, presidenta del Sindicato Médico de Navarra