Con este título quiero poner en el candelero que el dicho de el tren siempre va con retraso no es un tópico en desuso, los trenes españoles continúan dando problemas tanto de retrasos como de otras incidencias importantes. Hace unos días leía en dos medios de Navarra que el TAV-AVE que debería estar finalizado (según el Ministerio de Fomento) para 2023, va a tener un retraso muy considerable por motivos políticos económicos, al no tener formado el Gobierno central.

Al parecer, los motivos citados para el retraso en la ejecución del TAV en Navarra y en otras comunidades van a alargar estas obras hasta 2030. Lo cierto es que parece el cuento de nunca acabar, ya que desde 2010, cuando el Sr. Pepe Blanco (ministro de Fomento del PSOE) dijo al presidente Sanz que el TAV estaría finalizado en 2015, ha llovido mucho y además muy perjudicial para las faraónicas obras entre Castejón-Marcilla-Tafalla.

Desde la oposición a estas obras y a estos gastos supermillonarios vemos con rabia contenida que las cosas no se hacen así habiendo otras alternativas y opciones de primer nivel para conseguir un ferrocarril moderno, seguro, eficaz y rentable aprovechando el trazado actual de 220 Km entre Altsasu y Cortes de Navarra, con un sencillo desdoble de vía y una adecuación planificada. Dicho esto, y haciendo honor al título de mi carta, también hay que decir que los trenes actuales que circulan por Navarra, los Alvia entre Irun-Barcelona y Pamplona-Madrid están dejando mucho que desear, con retrasos muy considerables (1 hora, 30 minutos, 80 minutos), además de la mala limpieza y conservación, que sobre todo en los asientos y en los WC se aprecian en estos trayectos citados.

Creo que estos Alvia, que llevan circulando casi 10 años, ya se están quedando obsoletos (yo mismo lo he comprobado en varios viajes), por lo tanto, una llamada de atención a Renfe para que lo que tenemos ahora tenga el mantenimiento adecuado y la conservación pertinente ya que cada retraso, aparte de fastidiar a los viajeros, cuesta un dineral a Renfe por la devolución del precio de los billetes y los autobuses que también se utilizan para los retrasos por averías.