A propósito del escrito sobre libros de Tomás de la Ossa en DIARIO DE NOTICIAS he de reconocer que soy voraz devorador de los clásicos de toda la vida, o sea, de papel. Tengo especial apego por ellos. Mi biblioteca es limitada, Historia antigua y contemporánea, entre tomo y tomo alguna novela seleccionada por el tema, normalica vaya, como cualquier vecino.Lo digo por lo que sigue. Comenté en cierta ocasión en este mismo medio que cuando era chaval (14, 15 años) tropecé en la avenida San Ignacio de Iruña nada menos que con Charlton Heston en persona. Tuve el privilegio de estrechar su mano que tendió simpático. Vaya sorpresa.En mis paseos por el Casco Viejo (léase Alde Zaharra) encontré una librería de ejemplares antiguos. Descubrimiento inesperado. Hallé las aventuras de Judhé Ben-Hur, escrito por Lewis Walace. Lo he leído tres veces disfrutando con las descripciones meticulosas de su autor. Una gozada.Aparte de la lectura me gusta el cine. En la pasada Semana Santa anunciaron la película y me senté a verla. Cuando se estrenó, la vi en el cine Olimpia. Qué tiempos, algo ha llovido desde entonces. Me gustó. En cambio, en la actualidad me defraudó enormemente. Llevar a la pantalla una obra de más de 500 páginas no es fácil. Le saqué más jugo al manuscrito.Llegados a este punto, aviso a aficionados. Ojo cuando sale el letrerito de ...basada en el libro de..., o también, ...en hechos reales... Puedes toparte con sorpresas inesperadas. Con la de millones que cuestan las películas debían asesorarse antes. No critico a los actores, hacen lo que el director manda.Le dijo Quinto Arrio, comandante de la flota romana del Mediterráneo: "El conocimiento no deja sitio al azar". Como decía, hay tanta diferencia entre lo escrito y lo filmado que raya la incongruencia. ¿Debido a qué? En las fechas en que se hizo había poderes a los que nadie se enfrentaba. En la actualidad, tenemos a nuestro alcance medios para que no pretendan darnos gato por liebre, como dicen en mi pueblo.Cada cual es muy libre de hacer cuanto guste en la situación que nos está tocando vivir. Simplemente sugiero filtrar lo que nos ofrecen.Primum non nocere (-latín-. Ante todo, no causar daño)