Habían transcurrido 3 meses desde el acuerdo de la Excma. creando la Can (29-VIII-1921) cuando en la reunión de la Comisión Permanente del Consejo de Administración, celebrada la víspera del patrón de Navarra se toman las siguientes decisiones: -Se convocan oposiciones para empleados de la Caja (Boletín Oficial de Navarra del mismo día) y se acuerda contratar a Andrés Cormenzana como “muchacho para recados” con la retribución establecida de 50 pesetas mensuales.Pues bien, ese “muchacho para recados” recién contratado debía de ser muy diligente -y no lo digo porque hubiera llevado muy rápidamente el texto de la convocatoria de oposiciones al BON, que debía estar cerca- sino porque cinco años más tarde en la reunión de la Comisión Permanente del día 13 de enero de 1928: “Se acuerda nombrar auxiliar provisional con el sueldo de 2.000 pesetas anuales a don Andrés Cormenzana”. El cual es la misma persona que 5 años antes, solo que con un “don” por delante y sueldo de auxiliar, eso sí, con el adjetivo de “provisional” porque la Can naciente, aunque no existiera la legislación laboral que fijase lo del “contrato a prueba”, tenía muy claro que no quería maulas en sus oficinas.Y reitero lo de la especial diligencia del señor Cormenzana porque, un año más tarde, el 23 de enero de 1929, en el acta de la reunión de la Comisión Permanente se dice: “A la vista del informe del señor director respecto a la eficacia del señor Cormenzana se le nombra a éste empleado definitivo con el sueldo de 3.000 pesetas”. Él tardó solo un año en ser empleado definitivo y aumentó su soldada anual en el 50%, es decir, más rápidamente que el resto de empleados de la Caja -que tardaron dos años- hasta enero de 1924, cuando en la sesión del Consejo de Administración, se acordó que: “Dado el brillante resultado obtenido en el primer ejercicio (127.235,20 pesetas) y asegurada ya la vida de la Caja, se acuerda aceptar la solicitud de los empleados de aumento de sueldos y ratificación de nombramientos a todos los empleados de la Caja”.Es decir, ese “muchacho para recados” era la viva expresión de la afirmación de Ortega y Gasset en su trabajo Temas de viaje cuando decía: “En rigor, la única causa que actúa en la historia de un hombre, de un pueblo, de una época, es ese hombre, ese pueblo, esa época. Dicho de otra manera, la realidad histórica es autónoma, se causa a sí misma” (publicado en El Sol de Madrid, en 1922).Tras esa filosófica afirmación a mí solo me queda esperar que los hombres y mujeres de esta Navarra de 2020 sean la causa de la re-fundación de la Can. https://www.change.org/refundarLaCAN.