El rumbo que marcan en China e India Xi Jinping y Narendra Modi ha exacerbado el problema entre ambos países, aunque también ha dejado en evidencia que no existe alternativa al orden internacional surgido de la II Guerra Mundial. El fracaso de los sucesivos intentos por reconducir las relaciones entre las dos mayores potencias asiáticas tiene el efecto de revalorizar el papel de Estados Unidos en el continente, y de frenar las aspiraciones chinas a un mayor protagonismo en el mundo. Difícilmente será vista China como garante de estabilidad cuando mantiene conflictos territoriales con todos sus vecinos.Esta vez la pelea ha sido a pedradas y puñetazos, pero nadie duda de que, cuando pueda y le interese, Beijing usará su superioridad militar. La pregunta es si Estados Unidos estará dispuesto a pararle los pies. Y si tal eventualidad sería deseable, o podría resultar peor el remedio que la enfermedad.