Con harta discreción huye el monarca / que siempre presumió de muy honesto, / al ser investigado por (supuesto) / blanqueo y corruptelas en el arca. / Los jueces han de hablar con el patriarca / pues demuestra aversión por el impuesto / y aunque el hijo es un rey muy peripuesto / dice no saber nada y se desmarca. / Por carta se despide el navegante / y emigra donde tiene los millones, / que aquí todos le acusan de mangante. / Se lleva como emblema los baldones / de haber sido en su vida un gran farsante / por mucho que presuma de galones.