Parece ser que una jueza considera necesario intervenir contra el concejal del Ayuntamiento de Pamplona, Sr. Abaurrea. El incidente ocurrido en el 2010, cuando la alcaldesa Barcina y su guardaespaldas Simon Santamaría ordenaron a la Policía Municipal impedir la exhibición de la ikurriña. Provocó una lesión grave a un muchacho de Madrid, por cierto maestro. A consecuencia de esa lesión, este muchacho tiene dificultades para hablar correctamente. Hace poco me enteré de la posible concesión de una indemnización de 40.000 euros, pero ante la sorpresa general, la actual presidenta del Gobierno de Navarra, Sra. Chivite, consideró correcta su denegación. Sorprende que los tribunales de Justicia y la madre que los parió adoptaran en su momento un cobarde silencio. Yo estoy asustado porque los tribunales de justicia, los militares de turno y los políticos de derechas han sido educados todos en el mismo colegio. Ya comprenderán que a mis 87 años no puedo dar más de mí. He estado bajo control médico y las he pasado canutas pero aún me queda un hilillo de voz. Hice un comentario en otro escrito de que la presidenta Chivite no hacía más que joder la manta, a eso estamos acostumbrados por el PSN de Navarra. Si algunos consideran molesto este escrito les pido perdón por anticipado. El acuerdo de este Ayuntamiento de no intervenir contra el pueblo soberano está bien pero impedir la colocación de la ikurriña en el balcón consistorial es una auténtica gilipollez. Como pueden comprender no estoy para muchas batallas pero cuento con mi DIARIO DE NOTICIAS que tiene reservada una esquina para mis escritos.