El Gobierno limita la navegación de algunos barcos de vela en Galicia para prevenir encuentros con orcas.Día tras día nos encontramos con noticias en prensa sobre supuestas okupaciones de residencias entre humanos.Desde hace unas semanas, vemos cierta preocupación en determinados sectores relacionados con la navegación, por una serie de encuentros supuestamente violentos con algunos individuos de orcas jóvenes. Encuentros que no se producen precisamente a pie de playa.Varios de estos barcos, de recreo la mayor parte de ellos y con bandera británica, alemana, francesa e incluso suiza, navegaban a más de cinco kilómetros de la costa.En tierra firme, el ser humano se ha hecho experto a lo largo de los siglos en okupar e invadir el hábitat natural de los otros animales.Con estos antecedentes y a la luz de los últimos acontecimientos, cabe preguntarse, ¿quién okupa a quién? Se han calificado de encuentros violentos por parte de las orcas. Entonces, ¿quién es violento con quién?Que el ser humano se sorprenda de la reacción, cualquiera que ésta sea, de los verdaderos habitantes del mar, dice mucho de ese espíritu dominador del cual nuestra especie hace gala siempre que tiene ocasión.