En los últimos tiempos, la figura del negacionista ha ido adquiriendo cierto protagonismo.Esa persona que por sistema, y sin una base argumental sólida, tiende a negar hechos empíricos.Sin embargo, este sujeto no es nuevo y sigue viviendo entre nosotros desde antes de la llegada de esta última pandemia.La ciencia viene demorando en reiteradas ocasiones la capacidad de los animales no humanos para sentir placer, dolor o sufrimiento. No se trata aquí de aplicar la antropomorfización a los animales, o, dicho de otro modo, tratar a éstos como a los seres humanos. Sin embargo, el cerebro como centro motor y sensitivo de todos los miembros del reino animal, conjuntamente con los nervios y receptores de estímulos que poseen, adquieren la capacidad de sentir dolor y sufrir.“Los humanos no son los únicos en poseer la base neurológica que genera conciencia. Los animales no humanos, incluidos todos los mamíferos, aves y muchas otras criaturas, incluidos los pulpos, también poseen estos sustratos neurológicos”. Declaración sobre la Conciencia celebrada en la Universidad de Cambridge en el año 2012 con la presencia de Stephen Hawking. Negar una realidad tan evidente como ésta es como no reconocer que el propio ser humano es también un animal.