Entre 1984 y 1987 participé en un equipo de Ayuntamiento de Pamplona y Gobierno de Navarra para la prevención de las toxicomanías. Primer intento en Navarra de abordarla. Al final se hizo un proyecto para trabajar la prevención en Pamplona con un equipo en coordinación con las Unidades de Barrio que se estaban montando en aquel momento. El Ayuntamiento dejó de plantearse el tema, de modo que al cabo de unos años fueron surgiendo en diferentes barrios programas comunitarios de Infancia con los que fue haciendo convenios, pues era obvio que daban salida a una necesidad. Después llevé a cabo, durante más de 25 años, un programa comunitario de prevención en el Servicio Social de Base de Villava, Ezkabarte y Olaibar.Toda esa experiencia me dejó clara la gran dificultad de ese tipo de trabajos. Hay que poner mucha energía para iniciarlos y mantenerlos. Porque muchas veces se trata de involucrar a colectivos profesionales o de voluntariado, que bastante tienen con llegar a cubrir sus propias tareas. Porque los resultados casi siempre se ven sólo a largo plazo. Porque es un continuo conectar con las necesidades y demandas del otro para ir trazando un proyecto en común. Porque han de vivirte como profesional referente en la zona,… Porque en cada contexto hay que ir construyendo programas que den respuesta a necesidades reales: apoyo escolar, grupos de progenitores en diversas etapas,…Desde esta dificultad no es entendible que el Ayuntamiento, para construir un programa de Infancia, se cargue lo que ya hay en 8 barrios. Se carga a profesionales y personas voluntarias referentes en sus respectivas zonas, a actividades que han conectado con necesidades y que han servido para el crecimiento y maduración de muchos chicos y chicas,… Para poner... ¿qué?... ¿dos educadores/as en cada barrio que tendrán que partir de cero otra vez?… O de menos uno, porque caer de paracaidista en un barrio donde había algo que se han cargado es aparecer con credibilidad cero.Sí es verdad que el Ayuntamiento no debe mantener en secano los 5 barrios en los que no hay programas comunitarios de Infancia. Y debe evaluar los programas comunitarios de los 8 barrios en los que existen. Y llevar a cabo el Plan Municipal de Infancia y Adolescencia que se aprobó en 2018. Y adecuarse al Plan del Gobierno de Navarra de 2017. Pero sin hacer tabla rasa de lo poco que hay.Finalmente, he conocido que una empresa riojana había registrado la marca CoworkidsCoworkids para su uso en todo el Estado, con lo que el Ayuntamiento puede verse denunciado por apropiación indebida. También he visto que han contratado a una profesional sin sólida formación pedagógica para coordinar dicho programa. ¿No tiene ya el Ayuntamiento personal responsable de los programas de Infancia? Y la han contratado por libre designación, cuando se decía que el programa sería llevado por personal contratado que supere la correspondiente oposición. Y en relación con esto, si los convenios de los ocho programas comunitarios se extinguen el 31 de diciembre, ¿cómo va a comenzar el programa nuevo en enero si no se han hecho todavía las pruebas selectivas?Esto es bastante chapucero. Da tristeza que los responsables municipales de Pamplona-Iruña no hayan aprendido a estas alturas lo qué es y supone trabajar con y para la infancia, adolescencia y familia. Con todo lo que se ha desarrollado en los últimos 20 años en este ámbito. Si les preocupa la infancia no destruyan lo poco que tienen disponible y cuiden y valoren a sus propios profesionales; esto, además, resultará a medio plazo más eficiente y sostenible.

El autor es Educador social jubilado