Hace 57 años que vivo en el Casco Antiguo. Nací en la calle Navarrería y actualmente vivo en la calle Curia. He crecido en este precioso barrio jugando en el atrio de la Catedral, en el Redín, en el patio de la calleja y en la plazuela de San José. Estudié en la Escuela de Magisterio, en esta misma plaza, zona, en aquella época, de solaz y encuentro de futuros docentes compartida con los estudiantes de empresariales. Recuerdo la plazuela, desde mi más tierna infancia hasta hoy, como lugar de paseo, que no de paso, disfrutada con mis abuelos, mis padres, los amigos, mi pareja€ Fue el lugar tranquilo en el que mi aita y mi ama buscaron paz, silencio y frescor en el final de sus días, cuando la enfermedad ya no les permitía grandes paseos. Y sigue siendo todo esto y más para quienes la apreciamos y valoramos. Por sus características y su uso a lo largo del tiempo y de generaciones, es susceptible de ser tratada como un bien intangible.En poco tiempo la veremos ocupada por las terrazas de los hosteleros que han consensuado con el Ayuntamiento esta decisión. Es una pérdida de calidad de vida para el vecindario, y, sospecho, un uso abusivo de nuestro patrimonio. Es por ello que no entiendo cómo no se ha tratado este tema en una negociación a tres bandas, vecinos, hostelería y Ayuntamiento. Encontrar soluciones mediante acuerdos, por el bien de las tres partes, no interesa. Los vecinos seguimos siendo ignorados. Nuestros rincones privilegiados también. Algo huele mal. Así no.PD: Comprendo la situación de la hostelería.