Así no se hacen las cosas, señor Maya. No puede usted, una vez más, arrebatarnos a los habitantes del Casco Viejo un pedazo del poco espacio que nos queda en las calles. No puede usted hacerlo, además, desde su condición de alcalde de todas las personas que vivimos en esta ciudad, sin consultarlo ni anunciarlo, en un pacto oscuro y clandestino del que los vecinos nos enteramos porque la noticia se filtra en un periódico. Así no.Puede que para usted no sea importante que en la plaza Compañía los niños tengan un espacio donde jugar (quedan pocos ya) y las personas mayores uno donde sentarse tranquilamente. O que haya un centro de salud que necesita espacio para ambulancias y taxis de personas que no pueden llegar por su propio pie, y que además sea una zona covid donde se realizan pruebas y tests. Quizá no le importe demasiado que haya una escuela de idiomas, donde las clases han de darse con las ventanas abiertas debido al virus, y a la cual le beneficiaría poco el estruendo de una terraza con buen tiempo. Y, seguramente, lo que menos le importe de todo sea el derecho fundamental al descanso de los vecinos (amparado por la Ley y la Constitución).Señor alcalde, los ERTE y las ayudas deben hacerse cargo de la situación de la hostelería, exactamente igual que de la del resto de negocios que sufren con esta crisis, aunque ello suponga más presión fiscal. Ceder el espacio público a un negocio privado (y solo a un pequeño grupo de privilegiados del gremio) no es una solución, y más cuando los antecedentes dejan bien claro que ésta no va a ser una cesión provisional. Así no se hacen las cosas, señor Maya. Usted es el alcalde de todos y todas en Pamplona; compórtese como tal.