Hoy me he levantado con un latinajo que no hay dios que me lo quite de la cabeza: “Quod natura non da, Salamanca non prestat”. Lo debí de leer u oír ayer y me está taladrando; y como casi todo el mundo sabe, quiere decir: lo que la naturaleza no da, la Universidad (de Salamanca) no presta. Más o menos, aunque más amplio, lo que decía mi abuelo. “El que es tonto para comer es tonto para todo”. Tengo que buscar una víctima para disolverlo de mi cogote. Ya está.Yo. Soy un inútil, un negado para el dibujo y la pintura. Por eso admiro tanto a los pintores de todos los tiempos; salvo a los que solo saben hacer garabatos y brochazos en el lienzo o pared blanca. Al menos deben demostrar que saben dibujar o pintar un vaso con agua, un perfil, un payaso, o algo muy parecido; por más que quieran explicar su invento y arte con las palabras más finas, esenciales y retorcidas.Paparruchas y memeces también sé hacer yo. Las que hagan falta. Algo parecido me pasa con los músicos, pero eso ya lo contaré otro día; que ya no hay tiempo ni espacio.