avarra, tierra de montes, bosques, valles, llanuras, ríos, desiertos y, con ellos, desde hace por lo menos 4.000 años, un idioma, el euskera. En Navarra de norte a sur y de este a oeste se hablaba sólo en euskera. En ese tiempo por aquí han pasado muchos pueblos: iberos, celtas, cartagineses, romanos, vándalos, alanos, visigodos, musulmanes..., cada uno con su idioma y sus costumbres. Todos desaparecieron y Navarra siguió siendo la de siempre, más el latín que nos dejaron los romanos y continúa como castellano. Un recién llegado.

Hoy en día en Navarra tenemos un serio problema. Todos los navarros al nacer estamos obligados a aprender castellano y obligados a aprender inglés. Es una imposición. Nadie puede decir que no. Pero no está mal. El inglés porque es el idioma internacional, el castellano porque es el idioma estatal y parte de Sudamérica. El problema al que me refiero es, ¿por qué se excluye de esa obligatoriedad e imposición al euskera, que es el idioma nuestro, de nuestra tierra, único en el mundo, parte de nuestra cultura y tradición? ¿Por qué está discriminado?

Las consecuencias de ello son penosas y muy lamentables. Navarra, navarros y euskera divididos por zonas. En su momento (1986) unos decidieron qué niños/as navarros/as tendrían todas las facilidades para aprender euskera y qué niñas/os navarras/os tendrían dificultades. Todavía recuerdo aquellos niños y niñas de Tafalla que para estudiar en nuestro idioma tenían que levantarse todos los días a las 6 de la mañana para llegar puntuales a clase de las 8 en el instituto de Iturrama. Han pasado años, l@s niñ@s de entonces son adultos ahora. Un navarro euskaldun no puede hablar euskera en muchos contextos y lugares de Navarra, y un navarro sólo gaztelaniadun no puede acceder a ciertos puestos de trabajo bilingües. Esta situación es inconcebible, incomprensible e intolerable se mire de donde se mire.

Ustedes políticos, los unos y los otros, por una Navarra más justa, más cohesionada, más identitaria, por una mejor convivencia de las nuevas generaciones, lleguen a un pacto autonómico para normalizar el euskera en toda Navarra, tal y como estaba antes. Esto no se consigue de la noche a la mañana, tendrán que pasar 15 ó 20 años, el tiempo suficiente para que ustedes, desde su avanzada jubilación, todavía puedan sentirse orgullosos de ver el fruto de ese pacto. Navarra sólo una. Los expertos dicen que crecer en el bilingüismo todo son ventajas incluso para aprender un tercer idioma.

Cuidado con la expresión: “Nosotros no tenemos nada en contra del euskera pero....”. En ese pero está el que todo siga igual, o sea, que el idioma de aquí continúe discriminado con respecto a los venidos de fuera, castellano e Inglés, que dicho sea de paso que sigan en casa. Ellos no tienen la culpa del injusto trato que recibe el euskera por parte de algunos.

Una decisión política (1986) creó una situación injusta, otra decisión política lo puede arreglar. Señores políticos, por el bien de las futuras generaciones y del idioma, en este tema aparten sus diferencias y extiendan el carácter de obligatoriedad e imposición que tienen en Navarra el castellano e inglés también al euskera. Que un navarro/a por el hecho de serlo, sea bilingüe y pueda acceder sin trabas a cualquier puesto de trabajo dentro de su comunidad. Que sepa cantar y bailar la jota, cantar el Aita semea y bailar el zortziko, etcétera. Viva San Fermín-Gora San Fermín.