o ya no entiendo nada, en julio de 2013 escribí una carta a esta sección, indignado por los comentarios que había esos días en torno a las pretensiones de privatizar la Feria de ganado caballar del día de San Fermín, siendo alcalde E. Maya, me ofendía que el acto, posiblemente con las raíces más antiguas de todos los que se celebran actualmente en las fiestas de esta ciudad, tuvieran semejante trato y desprecio, y si no fuera por ellas ni el bueno de Fermintxo sería conocido a nivel mundial. Por circunstancias diversas, me ha tocado acudir a dichas ferias, las he visto saltar de esquina a esquina de la ciudad, y puede que alguna vez más allá, pues no sé si MediaMarkt, en cuyos terrenos se llegó a celebrar, está dentro de las mugas de Iruña, creía en aquel entonces y lo sigo creyendo que era un acto que se debía potenciar por muy diversos motivos.

Bien llegamos a las pandémicas fechas actuales, en donde vamos saliendo poco a poco del pozo, y veo cómo E. Maya se desvive por celebrar corridas de toros en San Fermín, pues el mundo de la tauromaquia lo está pasando muy mal, al final le han quitado la idea, pero ya veremos para el Txikito, vemos cómo E. Maya coloca las barracas en la Runa, pues los barraqueros lo están pasando muy mal y hay que ayudar, y a mí no me parece esto mal, si se evitan las aglomeraciones, veremos cómo habrá una serie de encuentros culturales, en donde aplico los pensamientos sobre las barracas, habrá cientos de almuerzos, en donde por experiencia propia es inevitable compartir virus, veremos cómo después de San Fermín se va a celebrar en esta ciudad un concurso de hípica, que va a costar un pastón, y quizás otro de ajedrez, veremos cómo en los pueblos riberos no faltarán los festejos taurinos, con fuerte aglomeración de gente. Pero de la Feria de ganado caballar, ni mención.

Me repatea que sea yo el que saque este tema a colación, no soy nadie, hay un ciento de castas de uniforme de Geminguay perfecto, que escriben haber vivido las fiestas de todas sus formas y maneras, pero realmente desconocen lo más auténtico, y ni lo mencionan. Los partidos políticos a los que se les hincha la vena al hablar, hay que popularizar la fiesta, de hacerla menos comercial, más nuestra, nada, no hay nadie, ni tan siquiera como contestación a ese raro concurso de hípica. La gente de campo con sus representantes sindicales, que con razón tanto hablan de la despoblación de los pueblos, y que no lo deben de pasar tan mal como los criadores de toros de las lejanas tierras, pues nada, absolutamente nada, ni mención. Ya sé que esta Feria para el dicho problema de abandono del campo no es la panacea, realmente es una memez, pero es una alegría en su vida, a donde acuden muchos caseros a relacionarse con otros, aparte de a vender sus ganados de razas autóctonas, los cuales andan por los montes haciendo una gran labor ecológica, francamente me estoy haciendo mayor y empiezo a vivir en un mundo que ya no entiendo.