Prolongados, sonoros, calurosos y agradecidos aplausos han sonado en Beritxitos en esta radiante mañana ante tu cuerpo dormido. El viejo Runa, tu querido río Arga, que baja calmo por el estío, los ha recogido y se los ha llevado al Ebro que, a su vez, los depositará en el mar eterno. En esos aplausos se reflejan los amores de tus seres queridos, el afecto y la estima de la multitud de personas que te queríamos y admirábamos por tu vida entregada en la militancia noble y en la fidelidad incansable en muchas causas.Dejas unos afluentes de gran calidad que perpetuarán por siempre tu recuerdo. Tu compañera Pili, tu hijo Martín, que tiene un corazón tan grande como el tuyo, nuestra Mirentxu entrañable y toda tu familia y amistades queridas.Se nos están yendo en poco tiempo demasiadas referencias y, por respeto a su menoria, debemos seguir su corriente para formar una riada de amor y solidaridad como siempre estas grandes personalidades hicieron. En estas líneas especialmente está el homenaje a Fito. Ya lo dijo el gran poeta: nuestras vidas son los ríos que van a parar a la mar... Fito, vida eterna para ti!!