La madrugada del día 25 de mayo fallecía en el Complejo Hospitalario de Pamplona María Camino Lusarreta Rodríguez, mi madre. En fechas cercanas al deceso, se remitió carta a los medios -siendo publicada- agradeciendo la atención y cuidados de la unidad de ictus del mencionado centro médico. Por ser reciente la pérdida y el gran dolor que ello nos generó, no hice referencia alguna al trato dispensado por personas que atendieron las llamadas de urgencia al 112 el día 22 de mayo de este 2021 y las personas del Complejo Hospitalario que realizaron la atención inicial.

La carta que se publicó el día 31 de agosto 2021, remitida por doña Lourdes Ayerra, denunciando el trato sanitario dispensado a su esposo don Joaquín Jesús Arce, con resultado de fallecimiento en domicilio, sin ser atendido por un cardiólogo que ellos demandaban, me mueve a remitir a esta misiva, por entender que solo conseguiremos mejorar lo que no funciona correctamente desde el compromiso social y la solicitud de responsabilidades. En el caso de mi madre, había padecido anteriormente ictus. Mi hermano, que convivía con ella, conocía los síntomas que presentaba cuando se produjo la llamada al 112. Avisó de la situación a la persona que atendió la llamada en el 112 a las 21:29 minutos. Solicitó reiteradamente ambulancia para traslado urgente, recibiendo su petición un trato totalmente incorrecto y rozando la grosería desde el 112, trato que está grabado en los audios pertinentes. Por la insistencia se movilizó a una médico y enfermera que, tras explorar a la paciente, se niega al traslado al Complejo Hospitalario. Varias llamadas y gestiones con el 112 concluyen con llamada a bomberos que movilizan ambulancia, saliendo a las 22:16 horas para realizar el traslado, avisando al Complejo que es un caso de ictus.

Llegados al Complejo -a pesar del aviso de la ambulancia- la enfermera de triaje que la atiende la deriva a un box. Tras tres llamadas con peticiones para que se inicie la atención especializada y transcurridos 45 minutos, la trasladan a sala de reanimación, produciéndose la entrada a quirófano -tras las pertinentes pruebas- a las 2:15 de la mañana y siendo declarada en coma irreversible a las 5:30 de la madrugada. Tras ser desconectada del soporte vital el día 23 de mayo a las 10:30 nos abandonó a las 4 de la madrugada del 25 de mayo.

Por el diseño de la atención sanitaria de Navarra es fácil corroborar y comprobar cada punto del relato e imagino lo mismo con el caso del finado Sr. Arce. Resulta evidente que el sistema falló, con el resultado expuesto, dos personas fallecen.Los que participaron en la atención sanitaria -antes de hacerse cargo la unidad especializada- y actuaron de la manera que lo hicieron, no dieron una buena respuesta profesional y con su actuación añaden dolor al dolor de la pérdida. Si algo no funciona bien una vez y otra vez...hay que analizar lo sucedido y adoptar medidas. Por ello, a los responsables, pónganse a la tarea. Y los profesionales que actuaron de forma negligente, sean conocedores del resultado inadecuado desempeño profesional. Con todo tenemos una sanidad de altísimo nivel por esas personas que aman su profesión y lo demuestran cada día.