Sí, la una, hora de meta. En ella no hay vencedores ni vencidos, tampoco medallas ni podios, pero sí que al cruzar la meta ganaron unos participantes invitados llamados solidaridad, generosidad, apoyo y sobre todo amor con mayúsculas hacia nuestra querida Nerea. Así lo demostraron las 24 horas transcurridas entre las 13 horas del sábado 6 y las 13 del domingo 7 infinidad de personas acudiendo y participando en el reto solidario a través de todas las actividades programadas a su alrededor por un magnífico equipo sin el cual nada hubiese sido posible. Reto hecho posible empezando por unos admirables y entregados padres con toda su familia alrededor, el Ayuntamiento hizo notar su presencia representando al pueblo como no podía ser de otra forma, todas las actuaciones protagonizadas por los excelentes artistas foráneos y locales que pasaron por el escenario, el Club Ciclista Tafallés más toda la pléyade de ciclistas que acompañaron a Riki para hacer más llevadero el titánico esfuerzo, y luego la multitud de los sin nombre, las personas anónimas que con su dedicación y esfuerzo lo hicieron posible, unas con la atención en la barra, los/as generadores de las numerosas y jugosas viandas que se degustaron, desde tortillas, croquetas, txistorras, etcétera, los patrocinadores, y por último las personas que, con sus aportaciones al consumir los pintxos, como las camisetas vendidas, y los que aportaron su ayuda de la forma que creyeron más oportuna son los artífices de la consecución del reto. Estamos de enhorabuena, queda claro una vez más y van... que la sociedad civil se hace cargo con su solidaridad de paliar y completar el hueco donde la protección pública no llega. Por cierto, con la publicidad que ha llevado el reto y su objetivo, nadie de la Administración Pública ha mostrado el más mínimo interés.Destacar aún más si cabe que a esa hora 1, cruzó la meta una persona muy, pero muy grande, no solo físicamente que lo es, sino con una humanidad y un corazón impresionante, con el que oímos e hicimos nuestros sus latidos en el continuado y duro esfuerzo realizado, y que ha demostrado esta vez y tropecientas más, su solidaridad, generosidad y humildad, siempre con una sonrisa radiante que contagia y hace feliz a quien le rodea.Siempre te recordaremos. Eskerrik asko, Riki Abad.