Ante mi anuncio de que tengo un problema, no dudásteis en prestarme generosamente ayuda. Por despiste, el domingo día 6 fui al monte, dejándome el móvil y las llaves en casa, en la que no quedaba nadie. Vuestra amabilidad, amigos de Ansoáin, llamando a una pariente para que propiciara el que me recogieran o esperasen mi llegada a casa, solucionó eficazmente el problema. Muchas gracias, amigos.