El pasado fin de semana un chavalico de 14 años tuvo que jugar un partido contra hombres de 17 y 18 años. El juvenil del Beriáin se encontraba diezmado por las lesiones y tuvo que recurrir inocentemente a un cadete de 14 años para poder llevar 15 jugadores al partido.El partido acabo con victoria del Beriáin por 0-2 y gran alegría para un equipo poco acostumbrado a las victorias. Pues bien, hay una normativa que dice que para jugar en juveniles hay que tener cumplidos 15 años. El equipo contrario (no diré el nombre por respeto), al enterarse de ello, recurrió el partido ante la federación y le dieron el partido ganado por 3-0. Esto es lícito y tienen derecho a ello pero qué triste, equipo contrario, recurrir a ello para ganar un partido de juveniles cuando el pecado ha sido poneros delante un niño de 14 años.Yo he jugado mucho al fútbol y soy de los que piensa que los partidos se ganan o se pierden en el campo. Me quedo con la alegría del chavalín al meter uno de los goles.
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