Van pasando los años y cada vez me gusta más disfrutar de los parques de mi ciudad, de la naturaleza de nuestro entorno escuchando buena música, y menos de los toros y sus corridas. Es verdad que son siempre muy musicales pero podrían incluir otras opciones. Por ejemplo, disfrutarlos más en nuestros parques. Para mí es importante la sensación de libertad que ofrece la fiesta: el poder tumbarme, relajarme, comer y beber, lo mismo que hago cuando voy a la Zurriola en Donosti, bailar en su festival de Jazz, o en cualquier festival de folk en Galicia y Asturias. Echo de menos para San Fermín buenos festivales donde pueda pasar parte del día en sitios verdes y espaciosos y disfrutar de nuestro frondoso césped que para eso está. Es decir, dar paso a música de más calidad en euskera, música folk, de distintas partes del país, y electrónica para la noche y gente joven..., mientras pueda beber cerveza o comer buenas empanadas con precios más económicos. Creo que los Sanfermines de día están perfectos, por el ambientazo que tienen, pero igual hace falta hacer más atractivas las horas de las comidas y las tardes, de forma especial para las nuevas generaciones. Es decir, incluir buenos festivales en contacto con la naturaleza, como alternativa a la gente que no conectamos con las corridas.