Se está hablando mucho de crear un impuesto a las entidades financieras. Con esta medida, el Gobierno pretende recaudar 7.000 millones de euros en dos años. Si la memoria no me falla, el sector financiero recibió más de 50.000 millones del erario público que, por cierto, apenas ha devuelto. ¿Por qué el Gobierno no puede obligar a que nos devuelvan la citada cantidad con los intereses correspondientes? Sería lo más justo: si en su día se ayudó a la banca, ahora les tocaría arrimar el hombro, tal y como está haciendo la mayoría de la ciudadanía.