A parte de los numerosos incendios que se dan, si bien solo conocemos los de los países, digamos ricos, el mundo está en ascuas. Desde hace años no ha habido tanta tensión. Putin, haciendo bueno su apellido, no cesa de destruir Ucrania. La embajadora de EE.UU., la señora Pelosi, por visitar Taiwán ha molestado al líder chino, y el gigante asiático ha contestado lanzando once misiles. Nuestros políticos nos siguen asustando, y nos dicen que ven muchos nubarrones, y que el invierno se presenta complicado, y que vamos a entrar en una situación que puede ser crítica, recordando a aquel optimista que dijo: "De seguir así vamos a comer KK" y el pesimista contestó: "¿Y si no hay para todos?". Por si todo esto fuera poco, el líder de Corea del Norte no cesa en lanzar misiles, con cabeza nuclear, para recordarnos ¡ojo conmigo! En fin, que un nuevo fichaje de nuestro entrañable equipo de fútbol nos anuncia que su objetivo es participar en 20 goles, noticia ésta que nos levanta la moral.