El primer verano normal, parecido al de 2019. Miles de planes al aire libre junto a tus amigos, noches de chiringuitos, fiestas de pueblos y entradas para todos los festivales. Cantar a gritos tu canción favorita con tu amiga, frente a frente y los aspersores en su máximo esplendor. Sin restricciones y sin mascarillas. ¿En algún momento de este verano nos ha importado estar en alguna aglomeración o en un lugar cerrado y no llevar mascarilla? En absoluto.

Pero lo que es chocante es cómo seguimos poniéndonos ese complemento en la cara a la hora de entrar al autobús, tren o avión, sin entender por qué en sus proximidades no hace falta y dentro de ellos sí. Pues la eliminación de estas podría estar muy cerca, ya que Sanidad comienza esta semana, al fin, a estudiar la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte público.