Mucha gente ignorará que en Navarra los comedores escolares (a excepción de los comarcales) no los gestionan ni los centros educativos ni el departamento de Educación. Son las asociaciones de padres (apymas), a través de las seis o siete personas que integran sus juntas directivas, sin cobrar nada por su labor, las que por medio de empresas privadas de catering gestionan el comedor escolar.

Nosotras, madres miembros de la junta directiva de la Apyma del colegio Rochapea, no sabemos ni tenemos por qué saber de gestión de comedores ni de contabilidad, y confiamos en la experiencia de la empresa de catering que trae la comida a nuestro colegio, y que se ocupa de pasar los recibos de las cuotas a las familias usuarias del comedor, llevar cuenta de las altas, las bajas, los impagos, etcétera. Cada inicio de curso, nos reunimos con dos personas de dicha empresa y fijamos el precio mensual por comer en el comedor del colegio, labor complicada por lo que nos duele tener que subir la cuota tal como está la vida y porque los últimos años ha disminuido el número de comensales. Si la cuota normal (sin ayudas) es de por sí elevada, este curso la cuota que pagan las familias desfavorecidas (que solicitan y reciben ayudas para comedor por parte de Ayuntamiento de Pamplona y Gobierno de Navarra) va a ser más del doble con respecto al curso 2021-22. Un niño no becado pagaba al mes 135 euros el curso pasado, y este curso también, porque hemos mantenido el precio; va a resultar que el soponcio, curiosamente, se lo van a llevar los becados: un niño becado con la máxima ayuda pagaba el curso pasado cerca de 30 euros al mes; en el actual curso va a pagar algo más de 70: más del doble. Son datos que la empresa que ofrece el servicio de comedor en nuestro colegio nos ha facilitado y con los que llegamos a la conclusión de que muchas familias acabarán optando por desapuntar a sus hijos del comedor.

Nuestra Apyma pagó el curso pasado por los diez meses de comedor 84.785 euros para dar de comer a una media de 60 niños. Ignoramos cuál es la cuantía que destinan Ayuntamiento de Pamplona y Gobierno de Navarra para becar a esos niños que lo necesitan, que en nuestro colegio son la mayoría. Lo que sí sabemos es que este curso las familias de esos niños van a pagar el doble o más que el curso anterior.

Con la inflación disparada, a nuestros políticos se les llena la boca de alimentación saludable, conciliación familiar, igualdad de oportunidades o vivas a la escuela pública. Es muy cómodo para la administración que todos mantenemos dejar en manos de las familias la gestión de los comedores, con los quebraderos de cabeza que nos supone y sin cobrar ni un euro por ello. Los comedores vascos los gestiona el gobierno de esa comunidad contratando empresas que regula y supervisa, y es el gobierno el que establece cuotas asequibles que ni de lejos son los 130 ó 135 euros al mes que se pagan en colegios públicos de Pamplona.

No somos economistas, somos madres preocupadas que ven cómo cada vez se ponen más trabas a las familias. Para muchas de nuestro colegio, dejar a sus hijos en el comedor les facilita trabajar o buscar trabajo, o simplemente les proporciona una buena alimentación que les compensa pagar con las ayudas que reciben. Si estas ayudas disminuyen tan drásticamente, todas estas ventajas se desmoronan, como los castillos de naipes que construyen los políticos con sus vanas promesas.

En representación de la Apyma del CP Rochapea