Pablo, eres de esas personas que hay que amar. Tu silueta, tu sonrisa, tu color, tu mirada, tu ternura y la que inspiras, que no es normal en estos tiempos que nos ha tocado vivir, amigo del alma, compañero. Tu piano, tu voz , tu soledad nos acompañarán eternamente, que lo sepas. Nosotros también nos iremos. La leucemia te despidió a ti, como a mi padre. Cuando muera, que ocurrirá, como a todo el mundo, me gustaría que fuera con una canción tuya para no darme cuenta. Es una forma de morirse como otra cualquiera, pero feliz de haber vivido una vida plena, como tú, amigo del alma, compañero. Hay gente que ha nacido para amar la vida, las cosas que importan, que son como tú las escribes y las cantas. Simplemente así, como las soñaste tú, amigo del alma, compañero.