Te gustaba escuchar y la merluza a la vasca hecha por donostiarra. Así que recorrer Atocha buscando una merluza cantábrica siempre se antojó tarea intrigante y divertida. Bilbaíno de pro, mirabas el firmamento desde el cielo de Madrid, a medio camino entre la evocación de los mares de tu padre y la sonrisa de tu madre. Un día te dije que llevabas en tu apellido segundo la bondad de tu amatxo (Amondo= ama-ondo), y tú te quedaste mirándome considerado como si mi invención heráldico-espontánea tuviera algún rigor. Sabías atender y aprender hasta de los detalles más fugaces de la gente, porque tu campo de creación se basaba mucho en el conocimiento de los demás. Todas nos sentimos alguna vez La mujer de las alas grises o esa Zara de Zara y el librero de Bagdad, o quisimos conocer Todo el amor y casi toda la muerte, porque el Eros y el Thánatos también palpitaban en ti como dos ejes que se entrecruzan en la espiral de la existencia.

Amigo de tus amigos, se te encendían las pupilas azules al hablar de Juan Bas, Juan Ramón Biedma, Elia Barceló, Laura Espido o Eugenia Rico, por nombrar un puñado de nombres que a día de hoy seguro te siguen añorando, al igual que ésta que te escribe. 

Te fuiste demasiado pronto y sin saber cuán transcendental fuiste para la vocación literaria de tantos/as, qué número de poemas inspiraste o cuántas confidencias quedaron pendientes. Pero lo que sí está claro es que con una sola mirada eras capaz de infundir una fortaleza enorme y, a continuación, expresar que no era mérito tuyo, sino de quien te observaba con devoción.

Te queremos tanto que no hay desaliento que valga para persistir, a través de estas líneas, en solicitar, una vez más, al Ayuntamiento de Bilbao y a su alcalde, Juan Mari Aburto, para que una biblioteca, calle, plaza, glorieta o parque lleve tu nombre. Porque las gentes de Bilbao y de todo Euskadi no deben olvidar lo mucho que aportaste a la literatura vasca y al legado que, como autor, van a estudiar generaciones venideras, donde, con total seguridad, seguirás siendo un referente.

La autora es escritora.