Hace un mes falleció mi madre y no quiero dejar de hacer público mi reconocimiento al Servicio Navarro de Salud, y concretamente a los hospitales Virgen del Camino (planta de Neumología) y cuidados paliativos de San Juan de Dios. Tampoco quiero pasar por alto la atención que, cada vez que fue necesaria, recibimos de los profesionales que prestan servicio en el 112.

Pensamos hacerlo juntas pero no tuvimos tiempo. Como hija quiero reconocer y agradecer en nombre de ella y mío la atención profesional y personal que recibimos ambas durante el breve pero intenso período transcurrido entre el diagnóstico de su enfermedad y su posterior fallecimiento.

Fueron momentos muy duros en los que encontramos no sólo saber hacer y calidad profesional, sino un trato cálido y muy humano que nos ayudó a hacer frente a la difícil situación a la que ella como paciente y yo como hija nos vimos abocadas.

Gracias al neumólogo que con tanto cuidado y delicadeza la atendió durante su ingreso; su profesionalidad y sensibilidad fueron determinantes a la hora de ayudarnos a afrontar un diagnóstico duro e irreversible. Pero sería injusto centrar mi agradecimiento en la figura de un médico porque el trato fue inmejorable por parte de todos: demás médicos que la asistieron, enfermeras, auxiliares y la empleada del servicio de limpieza que con su calidez hacía sonreír a mi madre cada día.

Al servicio de cuidados paliativos del HSJD mi reconocimiento y gratitud. Ellos hicieron más fácil el camino con su trato profesional y humano. Sin su cercanía, cuidados y asistencia hasta el último momento, todo hubiera sido mucho más difícil. Por último, quiero agradecer también a los psicólogos que nos brindaron su apoyo, y la iniciativa de la musicoterapia que tanta emoción nos aportó a las dos y que fue un regalo para el alma.

Cuando se atraviesan situaciones tan duras, el soporte emocional al paciente y sus familiares es determinante y ayuda a afrontar el fin del camino con serenidad. No tengo más que añadir, mi gratitud a todos y cada uno de los que nos acompañaron.