Hace ya un año aproximadamente, escribí una carta a este periódico, en el que llamaba la atención sobre la muerte de corzos ahogados en el Canal de Navarra, en el tramo que discurre por Tafalla, paralelo a la carretera de San Martín de Unx, en dicho artículo decíamos que la colocación de unas franjas de goma en las rampas de acceso al canal podían ser la solución.

Disfrutamos de un cierto optimismo cuando vimos que se realizaban unas obras en orden a lo apuntado en nuestro escrito, pero como siempre, se trataba de hacer lo mínimo posible para tapar críticas; se colocaron unas pocas franjas y no en toda la extensión de la rampa y en parte inutilizadas por las boyas que conducen a la rampa.

En fin, con haber hecho legar las franjas al muro del canal, o en toda su extensión y algo más juntas, se hubiese minimizado el problema, pero recolocando las boyas de forma que no estorben a los bichos al subir la rampa .

Pues bien, en este intervalo de tiempo, se han ahogado que hayamos podido contabilizar diez corzos (y estamos hablando de menos de un kilómetro de canal), lo cual es absolutamente inaceptable, pero ni los políticos, ni los ecologistas tan preocupados por el bienestar animal, la eliminación de la caza, etcétera, han dicho ni media palabra y tenemos que ser una vez más los cazadores los que llamemos la atención para que de una vez por todas se ponga una solución definitiva a esta mortandad inútil.

Es hora de pedir explicaciones y exigir soluciones, en una obra como la del canal, el coste de las soluciones necesarias para evitar el ahogamiento de la caza, son meramente anecdóticas, pero eso sí, hace falta voluntad, responsabilidad y respeto al medio ambiente, en vez de tomar decisiones que limiten la caza y la existencia de cazadores que presencien y denuncien estos hechos.

Los cazadores somos una vez más los únicos que nos preocupamos por denunciar estos hechos, poner agua en casos de sequía para que los animales del campo puedan beber, dotarles de refugios frente a las rapaces y un largo etcétera sin los cuales la fauna salvaje de nuestra tierra hubiese desparecido, somos nosotros los que denunciamos que la falta de ganado en el campo ha propiciado el cierre de los montes con maleza, lo que facilita los incendios y otra vez la muerte de fauna salvaje.

Ahora que estamos en campaña electoral, nos gustaría que los políticos tratasen estos temas y prometan soluciones, que si salen, ya nos encargaremos de exigirles que cumplan, aunque quizás lo que pida sea una utopía. Esperemos que no.