La inmensa mayoría está que vota, como un balón, ya que al día siguiente de votar nos anuncian nuevas elecciones para antes de dos meses, que en esta ocasión serán el próximo 23 de julio, fecha en que muchos estarán de vacaciones y votaran por correo, con el riesgo que al parecer esto conlleva.

En estos últimos comicios se nos ha prometido un sinfín de cosas, pero la opinión pública está expectante se le diga el curriculum vitae que tienen los que van a manejar nuestro dinero. Lo que menos nos importa es si son de izquierdas o de derechas, y que nuestro gran filósofo José Ortega y Gasset decía que eran las formas que el hombre podía elegir para ser un imbécil.

Para decidir nuestro voto, lo más importante es saber el historial de los candidatos: profesión, títulos universitarios, qué idiomas habla, y si tiene más de 60 años, mejor, declarar su patrimonio (muy importante). Darnos a conocer todo esto animaría a votar, evitando así la enorme abstención habida en los últimos comicios.