Y lo tuvo, gracias a que crecimos con una madre sin estereotipos. El problema llegó cuando ella nos recogía después del colegio para ir al parque a jugar con los demás niños y mi hermano llevaba su carrito. No hace falta decir la de insultos que recibía por jugar con aquel objeto para niñas. Porque, queridos lectores y lectoras, el sexismo sigue siendo una problemática mundial.

Es cierto que la práctica sexista perjudica en mayor medida a las niñas y a las mujeres. Pero asimismo influye en aquellos niños y hombres que no cumplen con su papel en la sociedad, basado por supuesto en estereotipos. Tenemos la oportunidad de dejar el mundo un poco mejor de como nos lo hemos encontrado; empecemos de nuevo la casa, pero no por el tejado. Comencemos desde la educación. Seguimos teniendo escuelas plagadas de normas sociales que, si no se exploran, acaban con la diversidad y la igualdad; por ejemplo, la obligación de seguir un código de vestimenta.

Es de vital importancia erradicar el sexismo en la educación, por lo que con esta carta quiero recordar y animar a todo el mundo a celebrar el próximo 21 de junio el Día Internacional de la Educación No Sexista para ayudar a promover una educación participativa e igualitaria en materia de diversidad sexual y género.

Claro que es deber del Estado velar por la igualdad de oportunidades y la inclusión, promover que se reduzcan las desigualdades, sean cuales sean las circunstancias: económicas, sociales, étnicas, de género, etcétera. Pero también lo es de todos los ciudadanos, recuerda que el cambio siempre comienza en ti.

*La autora es estudiante de Grado de Comunicación