En el año 2021 tuvo lugar el memorable hallazgo de una mano arqueológica en el Valle de Aranguren. Supongo que los estudiosos del suelo, después de excavar minuciosamente, lanzarían un "eureka" con que expresar la satisfacción de haber descubierto una pieza antigua, conservada por el paso de los siglos. Por lo que a mí se refiere, nada más verla en la página del DIARIO DE NOTICIAS, me vinieron a la mente las figuras rupestres de bisontes, jabalíes y ciervos, representadas en rojo y negro, al abrigo de las rocas, bajo la cúpula de Altamira (bien llamada la "Capilla Sixtina" del arte cuaternario) que simboliza la actividad creadora desde tiempos prehistóricos. 

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La mano de Irulegi: descubierto el texto más antiguo en lengua vasca DIARIO DE NOTICIAS

También me aparecieron, por asociación de ideas, abundantes configuraciones naturales de fantásticas estalactitas y estalagmitas que simulan dedos pulgares, índices, anulares, medios y meñiques, para dar feliz acogida a turistas, desde la parte de un lago subterráneo, dentro de las Cuevas del Drach en Manacor. En verdad siempre he creído que las manos, más que el rostro y la palabra, son las mejores transmisoras de nuestros sentimientos, a pesar de que, con ellas, también se miente; si no, que se lo pregunten a algunos gobernantes, cuando dan apretones manuales a militantes y seguidores en mítines de campaña electoral, para demostrarles que, si ganan, se hará realidad lo que han prometido en su ardorosa arenga. 

De alguna manera, también yo he tenido mis más y mis menos con tales partes del cuerpo en las primeras clases como profesor de Enseñanza Media; pues, al hablar, las movía de forma impaciente y sin determinación; por lo que, mis alumnos, sobre todo los de las primeras filas, sonreían y estaban más pendientes de tales movimientos que de mis palabras. Todo se solucionó cuando concebí la idea mágica de apretar el dedo gordo del pie contra la parte interior de la suela del zapato, para lograr el equilibrio al que hay que tender siempre cuando se habla en público. A veces, incluso hoy, en discusiones vehementes, uso este mecanismo de defensa, que me quita tensión y me infunde la cualidad de quien está seguro de sí.

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[FOTOS] Fin de la campaña arqueológica del yacimiento de Irulegi Patxi Cascante