Soy Ahmed. Os hablo desde el otro lado de la línea de la vida. Mi madre me ha mandado a traer leche y harina para hacer pan esta mañana, no de la tienda, porque la rompieron las bombas, sino del camión de reparto de la ONU. Me he encontrado con mis tíos y mis tías y nos hemos saludado; también con vecinos y vecinas y gente que corría, porque aquí el que no corre vuela (estamos muertos de hambre) si quieres encontrar un poco de comida.

Silbaban las balas por todos los sitios, y amontonados, a los soldados les pusimos a huevo (a tiro) para eliminarnos. Luego compondrán los cuerpos para enterrarlos. Mis padres y abuelos se morirán de pena al verme. Mis hermanos y hermanas pequeños llorarán, porque lloran todos. Ellos vivirán de momento. Hasta que los maten o se mueran de hambre. Ayuda. Parece que al mundo le resbala nuestra muerte. Soy Ahmed, un palestino muerto más.