¡Qué mal lo está pasando el presidente Joe Biden! Al margen de sus aciertos y errores sobre su gestión al frente de Estados Unidos, que no viene al caso, lo más interesante en las últimas semanas consiste en averiguar si Biden está capacitado o no para presentarse a la reelección.

Aunque pueda comprenderse en algunos momentos, cada vez que Biden sale a la palestra existe un constante interés por averiguar si se tropieza al subir las escalerillas de un avión, si confunde algunos nombres, cargos o lugares, si se sienta correctamente o… ¿Les gustaría a muchos de los que están al loro de los posibles fallos del mandatario estadounidenses les hicieran lo propio con sus familiares? ¿A que no? Resulta vergonzoso el acoso que en este sentido está padeciendo Joe Biden.

La solución es muy fácil. En vez de preparar conjuras contra este hombre, impropias de un país democrático, hagan lo que Biden ha propuesto. Que el partido demócrata presente a un contrincante suyo en su próxima Convención de Chicago. Es ahí donde debe dilucidarse si Joe Biden está en condiciones de proseguir en su campaña por la reelección presidencial de noviembre. 

Y no se olvide. Si dos personas muy mayores están luchando por alcanzar la presidencia de Estados Unidos es porque así lo quisieron sus respectivos partidos. Gerontocracia democrática. Ni más ni menos.